La incongruencia jurídica peruana: La protección animal y la desprotección de los bebés por nacer
Luego
de publicarse en el diario oficial “El Peruano” la Ley de Protección y
Bienestar Animal – Ley N° 30407, el pasado viernes 8 de enero de 2016, nuestro ordenamiento
peruano arrostra una de sus más claras contradicciones al hacerse evidente la
desprotección de los bebés por nacer. ¿Cómo así?
Con
esta nueva ley se protege el bienestar, vida y salud de los animales
vertebrados, domésticos o silvestres, mantenidos en cautiverio y los animales
de compañía (mascotas); se prohíbe a toda
persona causarles daño, sufrimiento
innecesario, maltrato, lesión o muerte; se pone a cargo del Estado el deber
de atender a estos animales e intervenir en casos de maltrato; y, se sanciona con una pena privativa de
libertad (cárcel) de hasta 3 años además de una multa entre 4 mil y 200 mil
soles a quienes infrinjan las disposiciones dadas, ello, sin considerar las medidas
adicionales que puedan aplicarse y las responsabilidades civiles que puedan
generarse.
Nada mal hasta allí; pero, ¿qué pasa con
aquellos animales vertebrados llamados seres humanos, que ya han sido
concebidos, pero que aún no han nacido? Hoy por hoy, el matar a un bebé gestado
a consecuencia de una violación o de graves taras físicas y/o psíquicas es
sancionado únicamente con una pena máxima de tres meses (no cárcel efectiva)[1].
Es decir, hoy en Perú, maltratar a un
animal (no humano) es más grave que matar a un bebé. ¿Por qué?, ¿acaso la vida
de un animal vale más que la de un bebé?
Los
seres humanos somos personas con una dignidad intrínseca, por tanto, seres más
valiosos que cualquier especie animal. Pero, incluso si nos atribuyésemos una mera
definición de animales vertebrados, resulta absurdo apreciar cómo el legislador
peruano ha aprobado esta norma excluyendo a su propia especie (los bebés por
nacer) de mecanismos de protección tan buenos como estos. ¿Es posible estar a
favor de esta Ley contra el maltrato animal y no cuestionar la falta de medidas
legislativas que verdaderamente garanticen la vida humana?, ¿cómo aplaudirla y,
por otro lado, demandar que se liberalice el aborto, desprotegiendo así la vida
de un ser vertebrado mucho más valioso e indefenso?, ¿La vida de una animal -un
perro o un gato- vale más que la de un niño por nacer? Salvo que alguien piense
que una mujer no gesta en su vientre a otro ser humano o algo menos que un
animal doméstico, ¿cómo explicar esta incongruencia en nuestra legislación?
Así
como se otorga mayor protección para los animales domésticos, también debería
adoptarse un mayor resguardo y consideración con los seres humanos próximos a
nacer, sí, tu propia especie.
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