El Amor en los tiempos del Coronavirus

Existe una novela bajo un título similar (“El amor en los tiempos del cólera”) que nos narra la historia de un amor secreto e incansable en momentos de una virulenta enfermedad, hace más de un siglo atrás, en la que los personajes se encuentran fuera de casa sin querer regresar a ella. Pero preferimos otra referencia, aquella donde la enfermedad azotó de forma terrible a la ciudad de Turín (Italia) en 1854. En el presente artículo, vamos a profundizar en la segunda de aquellas.

En el pueblo de Turín, reinaban la angustia y desesperación, pero ninguna de ellas melló en San Juan Bosco o en sus hijos espirituales, sobre los cuales la enfermedad pasó de largo. Dicha peste ni siquiera afectó a los jóvenes de ese grupo que, por Amor de Dios y bajo la protección de María Auxiliadora, se dispuso a atender a los enfermos y moribundos contagiados[1]. Este santo fue claro en exhortarlos a acercarse a los sacramentos, rezar y vivir en gracia de Dios, huyendo del pecado mortal como una enfermedad mucho peor que el cólera y la peste[2].



La cuarentena (o aislamiento social) ya está próximo a acabarse, del mismo modo que la Cuaresma, tiempo de recogimiento marcado por el color litúrgico morado, distintivo de la penitencia interna (individual) pero también externa y social (SC, 110), un tiempo que amerita ser vivido de forma relacional en íntima comunión con Dios, pero también en plena comunión con los hermanos (LG, 1)[3].

Esta preparación para la fiesta pascual se ve acentuada por circunstancias que nos hacen conscientes de nuestra fragilidad humana y corresponsabilidad con los demás, sabiendo que nuestro cuidado también implica el del otro ser humano. Además, se ve contextualizada por un tiempo necesario y obligatorio para detenernos a reconocer a Dios en nuestra vida (Salmo 46, 11), mientras aún somos capaces de cuestionarnos por ello sin desatender los cuidados humanos necesarios[4].

Hoy, privados de los sacramentos y la participación presencial en la Santa Misa, aún nos queda la asistencia de otras gracias como la bendición Urbi et orbi, acciones a nivel individual (como el ayuno, oración, conversión y ayuda espiritual) y a nivel grupal (como los sacrificios, actos de piedad, compartir el Evangelio, invitar a nuestros familiares a participar de la misa, vivir el día a día con sentido y compartir la Semana Santa[5]).

Con la cuarentena no perdemos la libertad, pues esta alcanza su plenitud cuando se ejercita en el bien común. Aun en cuarentena estamos siendo libres, pues somos capaces de descubrir la paz que es necesaria trabajar a través de una de las más difíciles convivencias: con uno mismo. Para ello, es importante reconocer las diferencias, descubrirse acompañado en la distancia física, meditar para ser mejores y sostenernos mediante la oración[6].

Entonces, al final de cuentas, incluso en circunstancias del coronavirus, nuestra historia personal podría verse reflejada en “El rico Epulón y el pobre Lázaro” (Lc. 16, 19-31), “El fariseo y el publicano” (Lc. 18, 9-14) o “El joven rico” (Lc. 18, 18-27); sin embargo, la pregunta sigue siendo la misma: ¿Cómo estamos viviendo el Amor en estos tiempos de Cuaresma?, ¿qué testimonio estamos dando y estamos invitados a dar?


* SC: Concilio Vaticano II, Constitución Sacrosanctum Concilium (4-XII-1963)
** LG: Concilio Vaticano II, Constitución Dogmática Lumen Gentium (21-XI-1964)




[1] Ver Oré, Yasmin y Urones, Jesús (17 marzo, 2020). ¿Cómo vivieron y enfrentaron los santos las epidemias? [Blog en web]. Recuperado de https://www.religionenlibertad.com/blog/708344818/Como-vivieron-y-enfrentaron-los-santos-las-epidemias.html
[2] Gaudium Press (12 de marzo, 2020). Las armas espirituales que propone San Juan Bosco para combatir la peste [artículo en web]. Recuperado de https://es.gaudiumpress.org/content/107969-Las-armas-espirituales-que-propone-San-Juan-Bosco-para-combatir-la-peste
[3] Ver S.S. Juan Pablo II. Audiencia General del 1 de marzo de 1995: Sentido de la Cuaresma. Recuperado de http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1995/documents/hf_jp-ii_aud_19950301.html Asimismo, La esencia de la Cuaresma en cinco preguntas con respuesta. Recuperado de https://es.catholic.net/op/articulos/56028/cat/751/la-esencia-de-la-cuaresma-en-cinco-preguntas-con-respuesta.html#modal
[4] Lepori, Fr. Mauro-Giuseppe. (18 marzo, 2020). Deteneos y reconoced que Yo soy Dios [Carta en web]. Recuperado de
[5] Ver S.S. Francisco. Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2020. Recuperado de https://www.es.catholic.net/op/articulos/74141#modal
[6] Carmelitas Descalzas de Cádiz (17 marzo, 2020). 10 consejos de una monja de clausura para vivir los días de confinamiento y no morir en el intento [artículo en web]. Recuperado de https://carmelitasdescalzascadiz. wordpress.com/2020/03/17/10-consejos-de-una-monja-de-clausura-para-vivir-los-dias-de-confinamiento-y-no-morir-en-el-intento/?fbclid=IwAR3hPqh592El8F0wjjy7iqjMtkabEx50VYsAkmAew5H_PfkC5hWbwg-nJlM

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